martes, 5 de mayo de 2009

Escuchando: Mies vailla menneisyyttä - Paha Vaanii-laulu 3


En la calle hay un formato de miseria reproduciéndose,
En las calles desaparecen sus expresiones, son fantasmas,
Son lo que dejan de ser cuando abandonan la vida,
Mueren en la calle, furiosos,
Anónimos e impacientes,
La ciudad...


No podemos ser espejos de ellos,
Deseo que nos preguntemos:
Si ante la certeza de la muerte seguirían viviendo la vida q aún llevamos?

jueves, 16 de abril de 2009

La gente y una dirección en el planeta:

La ciudad de Buenos Aires es inabarcable, pero como contradicción inmediata, puedes facilmente besarla, tocarla, hasta fumarla….es la amante irascible y fascinante de la cual te deseas enamorar, pero con la cual jamás lograrás confianza, simplemente por q no es intima es pública. Todo aquello q es especial reside más en las expectativas de sus visitantes q en lo q encuentras para admirar. Es un lugar de encuentro de casi todos los humanos o de cuantos tipos de humanos se te puedan imaginar, asunto por cierto q es bastante común en casi todas las capitales del mundo, sólo q aquí es barato y en el conjunto del rompecabezas te acontece como un delirio. Lo anterior conjugado con la pasión de sus habitantes ahogados en el trabajo precario y la suciedad de las calles, hace q los más sensibles exploten en espectáculos artísticos más o menos logrados.

El anonimato en el cual vive, los “vecinos”, los extranjeros, los ocupados y desocupados, es una invitación poco sutil al sexo y al hedonismo. Aquí, los tontos y no tanto, bailan y escuchan tango imitando la originalidad de algún tiempo. Jamás capturas esta ciudad, ni su melancolía, ni sus problemas estructurales, sólo la follas y te vas, sólo puedes aquí sentir una efímera emoción.